Les Jardins de la Valette

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Optimiza la producción de tu huerta con el motocultor BCS

Horticultura estandarizada

Este tipo específico de cultivador se adapta perfectamente a nuestro sistema estándar de 75 cm de ancho. Esto supone una gran ventaja, ya que las herramientas que se han desarrollado para él encajan perfectamente con nuestro estándar de horticultura. Esto significa que podemos estar seguros de que cada componente funcionará sin esfuerzo con el resto de nuestras herramientas, haciendo el trabajo más fácil y eficiente.

La grada rotativa: un trabajo en la superficie esencial

La grada rotativa es una herramienta esencial para trabajar el suelo. Se diferencia del rotavator en que trabaja el suelo a muy poca profundidad, entre 5 y 8 cm. Esto crea un lecho de siembra ideal para plantar y sembrar, sin trabajar demasiado profundamente para preservar la vida del suelo.

Este principio es especialmente relevante para la horticultura ecológica intensiva a pequeña escala. Se basa en el principio de que sólo es necesario trabajar la capa superficial, dejando que la vida del suelo se descompacte en profundidad, respetando así los principios fundamentales de la agroecología.

El rotavator, en cambio, altera y mezcla las distintas capas del suelo, lo que puede tener un impacto negativo en la estructura del suelo y la vida microbiana. La grada rotativa, en cambio, preserva la estructura del suelo, lo que es esencial para mantener una buena salud del suelo y una productividad agrícola sostenible.

El arado rotativo para crear nuestros bancales

El arado giratorio es una herramienta indispensable a la hora de remodelar nuestros bancales. Utilizada en el passe-pied, esta herramienta permite volver a poner la tierra sobre el tablón. Para ello, hay que avanzar y retroceder: así se crean nuestros tablones. Además, están ligeramente elevadas, lo que facilita su mantenimiento. El uso de un arado giratorio es, por tanto, esencial para la preparación de nuestros bancales y optimiza la preparación del suelo para el cultivo.

A pesar de que sólo se utiliza unas pocas horas al año, el BCS es un elemento absolutamente esencial en la granja. Su contribución es inestimable y su impacto es significativo. Aunque no se utiliza constantemente, el tiempo que pasamos utilizándolo es extremadamente rentable. Nos ahorra mucho tiempo y mejora considerablemente nuestra eficacia a largo plazo".


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